¿Qué es el coaching ontológico y para qué sirve?
En este artículo te contamos todo acerca el coaching ontológico, orígenes, funciones y hasta cómo aprender acerca de esta actividad.
¿Qué es el coaching ontológico?
El coaching ontológico encuentra sus bases en la antigua Grecia, más puntualmente en Sócrates quien, a través de la conversación, las preguntas y las indagaciones buscaba llegar, junto a sus discípulos, al conocimiento.
Se trata de un modo de interpretar la manera en que las personas actúan en base a su realidad, al entorno que los rodea y cómo ellas responden a él. Se basa en los objetivos o metas a las que aspiran llegar los individuos o las organizaciones en contextos laborales. Uno de los fundamentos más importantes de esta práctica es el lenguaje ya que, según sostienen los profesionales, es la herramienta a través de la cual describimos y percibimos el mundo, por lo que tiene la potencialidad de “construir nuevas realidades” (Daniela Lencina).
“El coaching es un proceso que realizan dos personas: el coach que acompaña y el coacheé que avanza y ejecuta. En este proceso se llevan a cabo proyectos que a veces pueden ser difíciles o que pueden estar entorpecidos o bloqueados. El coaching es una forma de ir resolviendo ese proceso para alcanzar un objetivo”, sostiene María Eugenia Agüero, coach ontológica.
Coaching Conciencia señala tres principios distintos sobre los que se sostiene esta disciplina:
1) “No sabemos cómo las cosas son, solo sabemos cómo las interpretamos. Vivimos en mundos interpretativos”.
2) “No solo actuamos de acuerdo a cómo somos, también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera Ser”.
3) “Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a los cuales pertenecen, pero a través de sus acciones, pueden cambiar esos sistemas”.
El objetivo principal del coaching es poder abordar los problemas u obstáculos que entorpecen el cumplimiento de objetivos o metas desde una mirada distinta creando nuevas realidades.
“El coaching es una práctica que se desarrolla en los deportes donde un individuo toma una persona o un equipo, interviniendo en él, lo lleva a niveles de desempeño que por sí mismo era incapaz de alcanzar” –señala Rafael Echevarría, el chileno considerado uno de los padres fundadores del coaching-. Lo de ontológico es lo que nos importa. Es ontológico porque a través de esta práctica se logran producir experiencias de aprendizaje de las que muchas veces salimos muy distintos. Experiencias que llamamos ‘transformacionales’ donde el Ser que éramos cambia, se modifica”.
Agüero explica que el lenguaje se relaciona con el concepto de “cambio de observador”: “Si un sujeto está parado en una mirada y tiene la posibilidad de atravesar un proceso para cambiarla, comenzará a hablar sobre esa realidad con un lenguaje distinto. Hay una manera de construir esa nueva realidad a través de un lenguaje diferente del que venía utilizando”, agrega. La profesional advierte que esto se logra en varias sesiones ya que implica revisar las estructuras mentales, culturales, generacionales, etc.
El blog de Bizneo caracteriza al coaching como un entrenamiento del Ser que ayuda a potenciar las competencias blandas y habilidades sociales, ya sea en ámbitos laborales o en el campo personal de un individuo. También se puede encontrar la definición del coaching ontológico como una rama de la filosofía que “estudia al Ser”. Es por esto que Daniela Lencina, coaching ontológica de Argentina, señala que se puede dar una confusión entre metafísica y ontología y explica que esta última se desprende de la primera para “categorizar lo que es esencial y vital en una determinada entidad”
Orígenes del coaching
Las bases del coaching podemos ubicarlas en Sócrates y su método conversacional con el que buscaba llegar al conocimiento junto a sus discípulos e interlocutores. Pero los principios del coaching moderno los encontramos en Estados Unidos en una práctica que guiaba a los deportistas para potenciar su rendimiento y productividad. Posteriormente, esta técnica se trasladó al campo de los negocios y llegó a las empresas con el fin de mejorar el ámbito laboral, la disposición y aptitud de los empleados. Más tarde, en 1994 el coaching cobró un nuevo impulso con el manifiesto “Ontología del lenguaje” escrito por Echevarría.
Desde PressCoaching enumeran otras teorías que aportaron al desarrollo de esta disciplina, como la física cuántica, la biología del conocimiento, el pensamiento sistemático, algunas corrientes filosóficas, la lingüística, ciertas ramas de la psicología, el management moderno, entre otras directrices.
¿Qué hace un coach ontológico?
La principal tarea del coach ontológico es, antes que nada, comprender la realidad de la persona, empresa o grupo a la que le brindará sus servicios. Luego, siguiendo con la técnica de Sócrates, el coach debe cuestionar esa realidad, preguntar por qué los modos de actuar son cómo son, de dónde vienen, qué ocurrió en el pasado para que la situación se presente de esta forma actualmente, etc.
El objetivo principal del coach es que el coacheé (la persona a la que se le brindan los servicios) descubra herramientas que tendrá a su disposición para resolver problemas que creía no poder subsanar. Según señalan los expertos en la materia, a través del coaching, podrá afrontar la problemática adquiriendo un paradigma distinto sobre la situación, construyendo así una realidad óptima para su resolución.
Según Agüero, el proceso del coaching inicia cuando una persona solicita el servicio de un coach a partir de la “necesidad de esta de concretar un proyecto para el que siente que no tiene las herramientas y piensa que no es posible llevarlo a cabo”. Señala que la tarea del coach consiste en comprender esa necesidad y utilizar el método de las preguntas de tal forma que se pueda entender en profundidad lo que el cliente solicita. A medida que se va avanzando en el proceso, las preguntas se vuelven cada vez más específicas para así abordar concretamente el problema que obstaculiza el alcance de los objetivos.
Agrega que el proceso está basado en tres pilares: acompañar al cliente a poder definir el Ser, para luego hacer (es decir, accionar en base a lo que se descubrió en la primera etapa) y finalmente tener.
¿Cuántos tipos de coaching existen?
El coaching es una práctica que puede aplicarse en diversas áreas de la vida. Estos son algunos de los tipos que enlista el blog Zarpar:
1) Coaching individual o personal: como su nombre lo indica, esta variante se enfoca en el desarrollo de habilidades personales que pueden desenvolverse también en el campo profesional del individuo.
2) Coaching organizacional: se puede trabajar en los cargos más altos de una organización o en el resto del equipo con el fin de potenciar la productividad grupal. “El coaching se concibe como un acompañamiento a quien desea lograr un objetivo. Ese acompañamiento puede ser a un sujeto, es decir, a una persona individual, o a un grupo o empresa que persigue determinados objetivos”, aclara Agüero.
3) Coaching deportivo: apunta a mejorar las aptitudes del deportista.
4) Coaching coercitivo: es una técnica de alto impacto que apela a un cambio drástico en el individuo.
5) Coaching PNL: se trata de lo que en el blog denominan como “programación neurolingüística”. Esta rama busca que el sujeto interprete su entorno a partir de la observación de este.
6) Coaching sistémico: se trata de la observación de un entorno para el cual se debe “optimizar” al sujeto.
7) Coaching de atracción: este se basa fundamentalmente en la Ley de Atracción.
8) Coaching familiar: busca mejorar las relaciones familiares entre sus integrantes comprendiendo las dinámicas del hogar, las escolares y las laborales para que luego estas esferas sociales puedan convivir en armonía.
9) Coaching educativo: es una rama que ayuda al desempeño en contextos de evaluación, como el período de exámenes. Busca mejorar las habilidades del sujeto cuando se encuentra en situaciones de aprendizaje dentro de un ámbito educativo.
Si bien el medio anteriormente mencionado integra dentro de esta lista al “coaching con inteligencia emocional”, Agüero la destaca como una herramienta que se utiliza en la sesión de coaching. “El proceso de coaching puede desencadenar situaciones de sensibilidad que es necesario abordar, para eso se utilizan algunas técnicas de la inteligencia emocional para lograr avanzar. De todos modos, ninguna sesión de coaching se puede llevar adelante si el cliente no está dispuesto a realizar una transformación”, asegura.
¿Cómo ser coach ontológico?
“El modo de convertirse en coach es a formándose profesionalmente. En algunos casos comprende una instrucción universitaria. La formación puede durar entre uno y dos años. Pero, es necesario aclarar, que se trata de un aprendizaje continua: el coach debe estar actualizándose constantemente y debe perfeccionar permanentemente su oratoria, su modo de llevar la sesión sin perder el profesionalismo”, explica Agüero.
Una de las instituciones que ofrecen formación en esta disciplina es la Universidad de San Sebastián, en Chile, cuna del coaching ontológico, que cuenta con un postgrado en “Habilidades Directivas y Competencias de Coaching Ontológico”. Tiene una duración de cinco meses y la modalidad es e-Learning.
En Argentina, uno de los sitios donde se puede estudiar Coaching Ontológico es el IAFI, que ofrece Cerficación en Coaching y Certificación en PNL (una de las clasificaciones que mencionamos anteriormente). El primero tiene una duración de 8 meses con un total de 230 horas y comprende una evaluación teórica y un examen práctico. El curso de Programación Neurolingüística (PNL) se desarrollará en 9 meses con un total de 190 horas. Al igual que el anterior, integra una evaluación teórica y una práctica.
“Yo recomiendo Axtion Training que es donde me capacité y sigo formándome”, aconseja Agüero. Esta institución ofrece una certificación en Coaching Ontológico con una modalidad 100% virtual y clases en vivo en la mañana, tarde o noche.